Carlos
Vivas. La trama social de sus
creaciones
Por Verónica Aquino.
En una
sociedad influida por la cultura yanqui, el artista correntino de 28 años
intenta hacer de su arte una manifestación social y puramente correntina. Desde
chico se interesó por el dibujo y cuando creció decidió formarse como docente,
dejando de lado la idea de “artista mítico”. Conoció a Lita Figueroa, quien
marcó el comienzo de su sueño como pintor y también a José Mizdraji, su
profesor en el Instituto. Entrevista con Carlos, dibujante, pintor, docente de
Artes y autor de Triangulito y Gauchos Vampiros, su nueva historieta para la Revista Apogeo.
¿Cómo empezaste
a dibujar en tu niñez?
TRIANGULITO. La emblemática creación de Carlos Vivas publicada en Revista Apogeo. |
Yo tuve una niñez de barrio, salía a jugar a la tarde en la calle,
teníamos nuestras fantasías, nuestros mitos y leyendas. Eso es lo que
compartimos con Darío, con Fabián, con Pity, quien genera la Feria Under y con Antonio Scappini, que
es escritor y se junta siempre con nosotros. Los menciono porque la influencia
que tenemos al hacer las historietas es justamente esa niñez particular de
barrio. En la época de los ‘90 podíamos dibujar, jugar con juguetes, salir a
jugar a la calle o mirar tele, que fue justo cuando apareció el cable… Y son
cosas que influyen, la televisión es mala solo cuando uno no sabe cómo mirarla.
Todo lo que yo hago ahora tiene esa carga cultural visual. Yo creo que todo
artista de hoy es una carga de lo que ve, de lo que le llega a través de los
medios y de lo que vive. La cuestión sería cómo tomarlo de forma crítica.
¿Qué fue lo que te motivó a
pintar?
Yo de chico dibujaba, no me gustaba pintar, no me gustaban los colores.
Era todo lineal, con lápiz negro o birome. En la adolescencia sí me empecé a
interesar más por los colores. Y empecé a pintar por la influencia de Lita
Figueroa, una artista plástica. Por ahí uno duda y se niega, y ella me saco las
dudas al ser alguien que viene de afuera y te dice que es posible, es alguien
que ya tenía presencia en el ámbito y me invitó a hacer una exposición de unas
pinturas mías.
¿Cómo fue esa influencia de
Lita Figueroa?
Yo pintaba con lápices y fibras. Y siendo adolescente me di cuenta de
que yo quería incursionar en el arte, quería formarme. Lita trabajaba en la
Legislatura con mi papá y él le habló a ella de mí. Una vez cuando fui a la
oficina de mi viejo Lita estaba ahí y me dio tres potes de acrílicos: azul,
amarillo y rojo, los colores primarios. Y con eso empecé…teniendo siempre en
cuenta todo el bagaje cultural y con algunas cosas que me enseñaron en la escuela
comencé a pintar y experimentar. En
mi adolescencia comencé a buscar una expresión propia, comencé a hacer cosas
mías sin tanta influencia de los medios. Llegó un punto en el que comencé a
hacer cosas que salían de mí mismo y era muy gratificante.
¿Qué otras influencias tuviste
a lo largo de tu carrera?
Cuando decidí estudiar y formarmeconocí a José Mizdraji y él me decía
que tal vez entrar al Instituto Josefina Contte no era muy recomendable, porque
el Instituto te forma como docente, no como artista. Pero yo quería conocer
gente y aprender. Mizdraji fue mi profesor de pintura, él nos daba mucha
libertad y a mí me entusiasmaba hacer pinturas que las iba a ver él. En ese
tiempo hice muchas pinturas abstractas (porque era la temática) y empecé a experimentar
también con lo técnico, por ejemplo llevé la pintura al lienzo en grandes
bastidores y aprendí a hacer mis bastidores.
Aparte de ser docente, ¿cómo
queda tu vida de artista luego de haberte capacitado?
TAPA DE APOGEO EXTRA Nº1 a cargo de Carlos Vivas. |
Antes tenía el sueño de ser un artista reconocido, pero hoy en día lo
que me satisface es el reconocimiento de mis pares. Hoy pretendo meterme en un
campo más popular, porque pese a que el Arte tiene muchas intenciones
políticas, generalmente el sistema hegemónico lo absorbe y termina en un museo
o galería… Y eso ya se s
abe que es propiedad de la clase alta y lo utilizan a
su gusto. En cambio, hacer una historieta entre nosotros o hacer muralesme
gusta más, porque es visible para un campo de gente mucho más amplio.
¿Cuándo un artista empieza a sentirse artista?
La denominación de artista siempre debe incluir el reconocimiento del
grupo. No importa lo que uno haga o cómo lo haga, es el grupo el que lo sube a
uno hacia esa denominación de artista o no. Entonces que me digan a mí para que
haga una tapa o que me pidan una ilustración para un almanaque y eso hace que
ahí si me sienta como un artista… Pero no como el artista del mito, no me
interesa eso. Existen personas que se creen artistas y adaptan a su vida
un montón de cosas. Para mí, el artista tiene que ser social, porque si no, no
es artista.
Entrando de lleno a tu faceta como historietista, ¿cómo nació
“Triangulito”?
Lo hice por primera vez durante
mi último año de secundaria, en cuadernos donde dibujaba y escribía.
Triangulito comienza preguntándose quién es, puede ser visto como un personaje
oscuro en el sentido de que quiere conocer su identidad. Y le pasan cosas
extrañas, pero tal vez sea lo que le pasa a cualquier ser humano que quiere
entender el sentido de las cosas, de la vida, del tiempo y nunca hay respuestas
para todo. Triangulito funciona de esa manera, él sigue preguntando y se queda
en la nada, pero eso a su vez es lo que hace que continúe. Lo que me interesó es que logre una narración
que tenía mucha tensión y eso fue reconocido.
LOS GAUCHOS VAMPÍROS. La nueva historieta de Carlos Vivas en Revista Apogeo nº5. |
¿Qué significan los
vampiros en tu nueva historieta?
A través de diferentes viñetas yo traté de redondear mi
idea de vampiros. Para mí, un vampiro es el hombre que se alimenta de
otro hombre, representan la explotación y la violencia. Es como somos nosotros
que de alguna manera nos limitamos, pero hay gente que se da rienda suelta para
alimentarse de otros. Toda la historieta es una metáfora.
¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo?
Estoy haciendo los primeros
bocetos de lo que sería una serie sobre terror de barrio o terror correntino. Sería
una mezcla de ciencia ficción con terror y elementos locales. Quiero sumarle
pinturas chiquitas que pueda vender en alguna feria de cómics. También me
gustaría perfeccionarme en lo que se relaciona a la técnica de dibujo y pintura
figurativos. Y me encantaría hacer algo de animación o cortometrajes. Darío
siempre me habla sobre su sueño de hacer algo así y lo vamos a hacer seguramente.
Vamos a estar en
contacto entonces… Muchas gracias Carlitos.
Carlos Vivas posando con su genial creación: Triangulito. Fotografia de Iván Chávez. |
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