viernes, 30 de septiembre de 2016

ENTREVISTA EXCLUSIVA A ENRIQUE "QUIQUE" ALCATENA por Darío Ojeda.

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ENTREVISTA A ENRIQUE ALCATENA.

Por Darío Ojeda.

Enrique Alcatena, “Quique” para los amigos y fanáticos de toda América y Europa, es sin lugar a dudas uno de los historietistas más brillantes que dio nuestro país. Amante de la historia y de las culturas milenarias desde chico supo lo que quería ser: Historietista.  Hoy se ha convertido en un referente obligado para un lector de cómics por su estilo, sus secuencias y las cantidad de horas de trabajo que están plasmadas en cada página e ilustración suya.
Nacido en Buenos Aires en 1957 ha marcado su sello en la historieta argentina y mundial por su estilo surrealista que pasea entre la mitología , lo fantástico y folklórico. 



Cuándo te diste cuenta que querías ser historietista y dibujante?

Cuando era pibe. Fue un flechazo, una epifanía (¡¿?!): aprender a leer, descubrir las historietas, y quedar totalmente subyugado para siempre.

Donde debutaste profesionalmente?

En 1975, recién salido de la secundaria, llevo mi carpetita de muestras a Alfredo Scutti, director de la flamante Ediciones Record, que editaba Skorpio.

Cuáles son tus influencias más estables en tu vida artística. Artístas, personas, música o libros que son una brújula en tu camino.

Algunos nombres fundamentales: Carmine Infantino, Jack Kirby, Lennon&McCartney, Borges, Jack Vance, Steve Ditko, Lucho Olivera, Spinetta, Shakespeare, Robert Graves, Rimbaud, Oswal.

Trabajaste con grandes guionistas argentinos y extranjeros. Que diferencias hay trabajar entre unos y otros.

Ninguna. Los historietistas , más allá de las fronteras y la lengua que hablemos, ya seamos guionistas o dibujantes, formamos una tribu muy particular. La empatía suele ser instantánea y espontánea.

Si hay una característica de tus trabajos son la constante temática de civilizaciones y culturas milenarias como eje de tu estilo. De donde nace tu inclinación hacía la historia y en particular con temas como el budismo e hinduismo.

Ya de chico, por algún motivo (que quizá tenga que ver con la fascinación por lo distante, tanto en el tiempo como en el espacio, y lo diferente, lo pintoresco) devoraba los artículos sobre historia, atractivamente ilustrados, que aparecían en la Enciclopedia Estudiantil de Códex o en el Lo Sé Todo. Desde Egipto y Roma hasta el siglo XVIII (“La Isla del Tesoro” fue la primera novela que leí), desde los mayas y aztecas hasta las Cruzadas, me interesaba TODO...  Descubrí el arte oriental en un libro sobre el tema de mi viejo: lo gasté de tanto mirarlo. Otro caso misterioso de amor a primera vista. Desde otra vertiente, un poco más tarde, llego a las filosofías y religiones orientales a través de los Beatles, especialmente de Harrison. ¡Hare Krishna!

     Trabajás y trabajaste para grandes editoriales como Marvel (Cónan El Bárbaro, X-Man) y DC (Superman, Batman, Flash, Linterna Verde). Que diferencias notás entre los gustos del lector americano y el lector europeo o argentino.

No he tenido experiencia directa o contacto, en general, con lectores norteamericanos. Me da la sensación que han crecido en un  ámbito dominado por el género superheroico, en detrimento de la variedad que siempre ha sido lo que ha distinguido a la historieta argentina y europea.

Si tuvieras que elegir 3 trabajos en las que estás orgulloso de haberlas hecho cuáles serían?

Imposible responder. Es como que te pregunten a cuál de tus hijos querés más.

     Como ves el panorama de la historieta en Argentina actualmente.

Maravilloso. No pude asistir al último Dibujados, pero vi en la web lo concurrido que estuvo, lleno de autores jóvenes mostrando su obra, vendiéndosela a un público ávido: espectacular. Chicas y muchachos historietistas que se las rebuscan  para crear y editar, a los que el colapso de la otrora notable industria editorial no les ha quitado el entusiasmo , la dedicación y el tesón... Que querés que te diga: me levanta el ánimo y me conmueve.

Quiénes son los  historietistas argentinos  respetás y/o admirás.

Muchos, y por diferentes motivos.  No quiero ser injusto nombrando a algunos y dejando a otros fuera, por distracción u olvido momentáneo... Pero tampoco quiero zafar a la pregunta. Dejame afinar la respuesta a un puñadito de nombres: entre los “veteranos”, a Silvestre Szilagyi, porque un montonazo de años de profesión no han mellado su pasión y amor por el medio, y entre los jóvenes a mis admirados compañeros de Tótem cómics: Fer Calvi, Paula Andrade, Lea Caballero y Luciano Vecchio.

Que consejos le darías a todos aquellos que sueñan con ser historietistas y dibujantes algún día y vivir de ello.

Que sigan el ejemplo de todos esos jóvenes historietistas que concurren a dibujados, que contra viento y marea, dejan el alma en lo que hacen.

Muchas gracias Enrique querido.

     Gracias a vos y un saludo grande para todos los lectores de Apogeo. 



Starblazer. "The Triune Warrior". Guión de Mike Chinn
 DC Cómics




Página de Acero Líquido con guión de Eduardo Mazzitelli.
Ediciones Belerofonte. 

jueves, 29 de septiembre de 2016

ENTREVISTA A CARLOS VIVAS (Creador de Triangulito) por Verónica Aquino.

Carlos Vivas. La trama social de sus creaciones

Por Verónica Aquino. 


En una sociedad influida por la cultura yanqui, el artista correntino de 28 años intenta hacer de su arte una manifestación social y puramente correntina. Desde chico se interesó por el dibujo y cuando creció decidió formarse como docente, dejando de lado la idea de “artista mítico”. Conoció a Lita Figueroa, quien marcó el comienzo de su sueño como pintor y también a José Mizdraji, su profesor en el Instituto. Entrevista con Carlos, dibujante, pintor, docente de Artes y autor de Triangulito y Gauchos Vampiros, su nueva historieta para la Revista Apogeo.

¿Cómo empezaste a dibujar en tu niñez?

TRIANGULITO. La emblemática creación de
Carlos Vivas publicada en Revista Apogeo.
Yo tuve una niñez de barrio, salía a jugar a la tarde en la calle, teníamos nuestras fantasías, nuestros mitos y leyendas. Eso es lo que compartimos con Darío, con Fabián, con Pity, quien genera la Feria Under y con Antonio Scappini, que es escritor y se junta siempre con nosotros. Los menciono porque la influencia que tenemos al hacer las historietas es justamente esa niñez particular de barrio. En la época de los ‘90 podíamos dibujar, jugar con juguetes, salir a jugar a la calle o mirar tele, que fue justo cuando apareció el cable… Y son cosas que influyen, la televisión es mala solo cuando uno no sabe cómo mirarla. Todo lo que yo hago ahora tiene esa carga cultural visual. Yo creo que todo artista de hoy es una carga de lo que ve, de lo que le llega a través de los medios y de lo que vive. La cuestión sería cómo tomarlo de forma crítica.

¿Qué fue lo que te motivó a pintar?

Yo de chico dibujaba, no me gustaba pintar, no me gustaban los colores. Era todo lineal, con lápiz negro o birome. En la adolescencia sí me empecé a interesar más por los colores. Y empecé a pintar por la influencia de Lita Figueroa, una artista plástica. Por ahí uno duda y se niega, y ella me saco las dudas al ser alguien que viene de afuera y te dice que es posible, es alguien que ya tenía presencia en el ámbito y me invitó a hacer una exposición de unas pinturas mías.

¿Cómo fue esa influencia de Lita Figueroa?

Yo pintaba con lápices y fibras. Y siendo adolescente me di cuenta de que yo quería incursionar en el arte, quería formarme. Lita trabajaba en la Legislatura con mi papá y él le habló a ella de mí. Una vez cuando fui a la oficina de mi viejo Lita estaba ahí y me dio tres potes de acrílicos: azul, amarillo y rojo, los colores primarios. Y con eso empecé…teniendo siempre en cuenta todo el bagaje cultural y con algunas cosas que me enseñaron en la escuela comencé a pintar y experimentar. En mi adolescencia comencé a buscar una expresión propia, comencé a hacer cosas mías sin tanta influencia de los medios. Llegó un punto en el que comencé a hacer cosas que salían de mí mismo y era muy gratificante.

¿Qué otras influencias tuviste a lo largo de tu carrera?

Cuando decidí estudiar y formarmeconocí a José Mizdraji y él me decía que tal vez entrar al Instituto Josefina Contte no era muy recomendable, porque el Instituto te forma como docente, no como artista. Pero yo quería conocer gente y aprender. Mizdraji fue mi profesor de pintura, él nos daba mucha libertad y a mí me entusiasmaba hacer pinturas que las iba a ver él. En ese tiempo hice muchas pinturas abstractas (porque era la temática) y empecé a experimentar también con lo técnico, por ejemplo llevé la pintura al lienzo en grandes bastidores y aprendí a hacer mis bastidores.

Aparte de ser docente, ¿cómo queda tu vida de artista luego de haberte capacitado?


TAPA DE APOGEO EXTRA Nº1
 a cargo de Carlos Vivas.
Antes tenía el sueño de ser un artista reconocido, pero hoy en día lo que me satisface es el reconocimiento de mis pares. Hoy pretendo meterme en un campo más popular, porque pese a que el Arte tiene muchas intenciones políticas, generalmente el sistema hegemónico lo absorbe y termina en un museo o galería… Y eso ya se s
abe que es propiedad de la clase alta y lo utilizan a su gusto. En cambio, hacer una historieta entre nosotros o hacer muralesme gusta más, porque es visible para un campo de gente mucho más amplio.


¿Cuándo un artista empieza a sentirse artista?

La denominación de artista siempre debe incluir el reconocimiento del grupo. No importa lo que uno haga o cómo lo haga, es el grupo el que lo sube a uno hacia esa denominación de artista o no. Entonces que me digan a mí para que haga una tapa o que me pidan una ilustración para un almanaque y eso hace que ahí si me sienta como un artista… Pero no como el artista del mito, no me interesa eso. Existen personas que se creen artistas y adaptan a su vida un montón de cosas. Para mí, el artista tiene que ser social, porque si no, no es artista.

Entrando de lleno a tu faceta como historietista, ¿cómo nació “Triangulito”?

Lo hice por primera vez durante mi último año de secundaria, en cuadernos donde dibujaba y escribía. Triangulito comienza preguntándose quién es, puede ser visto como un personaje oscuro en el sentido de que quiere conocer su identidad. Y le pasan cosas extrañas, pero tal vez sea lo que le pasa a cualquier ser humano que quiere entender el sentido de las cosas, de la vida, del tiempo y nunca hay respuestas para todo. Triangulito funciona de esa manera, él sigue preguntando y se queda en la nada, pero eso a su vez es lo que hace que continúe.  Lo que me interesó es que logre una narración que tenía mucha tensión y eso fue reconocido.

LOS GAUCHOS VAMPÍROS. La nueva historieta
de Carlos Vivas en Revista Apogeo nº5. 
¿Qué significan los vampiros en tu nueva historieta?


A través de diferentes viñetas yo traté de redondear mi idea de vampiros. Para mí, un vampiro es el hombre que se alimenta de otro hombre, representan la explotación y la violencia. Es como somos nosotros que de alguna manera nos limitamos, pero hay gente que se da rienda suelta para alimentarse de otros. Toda la historieta es una metáfora.

¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo?

Estoy haciendo los primeros bocetos de lo que sería una serie sobre terror de barrio o terror correntino. Sería una mezcla de ciencia ficción con terror y elementos locales. Quiero sumarle pinturas chiquitas que pueda vender en alguna feria de cómics. También me gustaría perfeccionarme en lo que se relaciona a la técnica de dibujo y pintura figurativos. Y me encantaría hacer algo de animación o cortometrajes. Darío siempre me habla sobre su sueño de hacer algo así y lo vamos a hacer seguramente.


Vamos a estar en contacto entonces… Muchas gracias Carlitos.




Carlos Vivas posando con su genial creación: Triangulito. 
Fotografia de Iván Chávez.